Yeray Díaz

A los 7 años con mis amigos del barrio del Tesorillo creamos una pequeña asociación para reciclar papel ¡Todo un reto! La cosa fue a más y lo que empezó como un juego de niños fue despertando la idea de contribuir y pasamos a contribuir acudiendo semana a semana a Guelalla una asociación ecologista de Melilla.

Mi adolescencia (dura, como la de todos) pero siempre implicado con asociaciones ecologistas y protectoras de animales, despertando poco a poco en mi la pasión por la política y la idea del adjetivo que rondaba mi cabeza decidí afiliarme a las Juventudes Socialistas a los 18 años.

En 2005 llego el gran salto, un salto que hasta entonces no había despertado en mí la importancia de lo social. En ese año se produjeron los saltos masivos a la valla de Melilla y ante ese hecho y vivirlo tan de cerca me involucré en ACCEM una Asociación que mejoraba la calidad de vida de los refugiados, mis acciones fueron pequeñas, pero despertaron en mis pensamientos muy grandes.

La primera vez que visité el Parlamento Europeo tenía 22 años, fue en unas jornadas del Ministerio de Defensa con el Consejo de la Juventud y en la visita al hemiciclo presenciamos un debate en directo sobre las grandes preocupaciones sociales del s.XXI: cambio climático, el transporte sostenible, las energías renovables… Fue tan intenso el debate y me gustó tanto, que supe de alguna manera que quería trabajar allí y formar parte de ese futuro. Años mas tarde tuve la oportunidad de trabajar en la Asociación de Eurodiputados Españoles, una experiencia única.

Estudié Ciencias empresariales en la Universidad de Granada y desde entonces me he formado de forma continuada en el mundo del asesoramiento financiero y fiscal.

Durante diez años he trabajando en banca donde he ocupado puestos desde gestor,  asesor financiero, director de banca digital y en la asesor patrimonial de banca privada, certificado por EFPA como European Investment Practitioner desde 2011. En este periodo he tenido la oportunidad de trabajar en el programa de valores de futuro, donde se acerca a los alumnos de primaria y secundaria una formación en educación financiera. Una experiencia increíble, porque aunque tu vayas a enseñarles a niños de 7-8 años qué es el ahorro, después de cada clase salías con algo aprendido por su parte. 

Soy un convencido de la transformación digital. 

He tenido la suerte de ser jurado en la mayor competición de “startups” de fintech del mundo valorando soluciones tecnológicas innovadoras a nivel mundial que contribuyesen a la transformación digital del sector financiero. Formar parte del Open Talent de BBVA durante varios años me ha servido para aprender que la transformación digital y la innovación tecnológica son una fuente inagotable de creación de oportunidades para cualquier tipo de empresa.